Por hierbas se entienden tres tipos de plantas: aromáticas, condimentarias y medicinales; en esta ocasión hablaré sobre las hierbas aromáticas y condimentarias ya que son las que generalmente utilizamos al preparar nuestros platillos
Las hierbas aromáticas son aquellas que tienen hojas o flores que desprenden un perfume más p menos intenso. Puede ser un árbol (como el naranjo por sus flores), un arbusto (como el rosal) o una planta herbácea (como la lavanda). Son consideradas como especias en algunas clasificaciones, provienen de hojas de plantas pero sólo se utilizan para mejorar la calidad de la comida. Lamentablemente, no son tan valoradas como los condimentos tradicionales, ya que su cultivo es doméstico y relativamente fácil, se puede hacer en una huerta o jardín pequeño.
Las hierbas condimentarias son aquellas que se usan en la cocina, para sazonar o aderezar guisos, sopas, ensaladas, postres y salsas. Las hierbas más habituales para esto son: albahaca, laurel (no es hierba, es arbusto), menta, orégano, perejil, romero (es otro arbusto), salvia, tomillo, etc.
Es importante señalar que la mayoría de las plantas condimentarias son también aromáticas y algunas de ellas incluso son medicinales por lo que su estudio –y uso gastronómico y herbolario- se puede convertir en todo un arte para quien desea utilizarlas en la justa medida
Elegir la planta aromática que necesita cada plato es una ciencia, porque cada una ofrece tantas cosas, que es necesario proporcionarles algún tipo de clasificación. Por ejemplo, para fines gastronómicos pueden ser agrupadas en hierbas aromáticas, nutritivas y digestivas. Por otra parte, contienen una alta proporción de sales minerales y de vitaminas cuando son frescas, a sus propiedades olorosas hay que sumarles importantes cualidades medicinales.
Para muchos, las hierbas son el condimento más sustancial e imprescindible a la hora de preparar un platillo, esto si son utilizadas de una forma rica y variada. Siempre se debe tener en cuenta su vínculo -maridaje (arte de saber combinar los alimentos) - con el resto de los ingredientes.
El orégano, tomillo, romero y mejorana, integran una mezcla básica en muchos guisos y asados de carne. O bien, hierbas dulce, como el estragón, hinojo o eneldo, insustituibles en sazonados de pescado.
Y es que es las hierbas añaden gusto particular y personal a los platillos a pesar de que rara vez se miden con exactitud, puesto que generalmente se llega a escuchar “una pizca”, “algo de” palabras que son la clave del éxito para cada preparación y gusto personal.